Garmin anticipa su colaboración con los usuarios para el cumplimiento del plan “Visión Cero” de la Unión Europea
A principios de este mes entró en vigor la nueva normativa de la Unión Europea denominada Visión Cero, cuyo principal objetivo es acabar con los fallecidos y lesionados en accidentes de tráfico para 2050. En este sentido, la organización ya se ha puesto en marcha para coordinar con los países miembros una serie de reglamentos que ayuden a reducir el número de siniestros viales.
Para poder cumplir este objetivo, la tecnología se ha convertido en un gran aliado: a partir de este mes, todos los coches de nueva homologación deberán ya incluir una serie de sistemas de ayuda al conductor. Dichas ayudas tecnológicas, denominadas ADAS (Advanced Driver Assitant Systems), serán un complemento a los elementos de seguridad pasivos que son obligatorios actualmente (como el doble airbag frontal, los frenos ABS, el sensor de presión de ruedas y el control de estabilidad).
Este tipo de elementos de seguridad adicionales serán obligatorios e intervendrán en la conducción, puesto que se ha comprobado que la mayoría de los siniestros que se producen son responsabilidad de los conductores. Se depositará la confianza en aquellos dispositivos capaces de actuar en una frenada automática de emergencia o en la detección de alcohol mediante alcoholímetros antiarranque, por ejemplo, que se interpondrán ante la conducción manual en caso de detectar riesgos.
Garmin viene desarrollando desde hace años tecnologías que, si bien no intervienen directamente en la conducción, ayudan a que los conductores se sientan más protegidos a la hora de salir a la carretera: soluciones y avisos que permiten tener una mayor confianza y tranquilidad, para poder disfrutar del trayecto.

Las nuevas funcionalidades que tendrán los coches que se fabriquen a partir del 2024 serán un total de diez, entre las cuales destacan las siguientes: Asistente de Velocidad Inteligente (ISA) y Alerta de cambio involuntario de carril (estos dispositivos son capaces de leer las señales de tráfico y adaptar la velocidad del coche a la máxima permitida en cada tramo, además de detectar cambios no señalizados de carril); Detector de fatiga y somnolencia (debido a que la DGT calcula que entre el 20 y el 30% de los accidentes de tráfico están relacionados con el cansancio); y la Caja Negra (un Registrador de Eventos de Datos cuyo objetivo es registrar información básica del vehículo para poder reconstruir, en caso de siniestro, las condiciones en las que éste ocurrió).
Algunas funciones que Garmin ofrece actualmente como asistencia a la conducción son los siguientes:
El Garmin DriveSmart 86, es lo último en navegación por satélite, cuyas alertas a la conducción no sólo avisan si el usuario sobrepasa el límite de velocidad, sino que, además, activa alertas en zonas donde hay semáforos en rojo, curvas cerradas, cambios de velocidad en el camino, pasos a nivel, etc.
La cámara trasera con detección de tráfico cruzado. Como auxiliar a las maniobras hacia atrás, Garmin propone su BC™ 50: una cámara trasera inalámbrica con soporte para matrículas cuyo uso puede implementarse tanto en turismos como en vehículos de gran tamaño, ofreciendo un campo de visión de 160º.
En cuanto a las alertas y avisos para una conducción consciente, Garmin destaca sus dispositivos Garmin Drive™ 60LM, que cuentan con las funciones de aviso de fatiga y sugiere tiempos y posibles áreas de descanso tras unas horas conduciendo.
Finalmente, Garmin propone su Garmin Dash Cam™ 57, que permite grabar vídeos nítidos con detalles importantes, tanto de día como de noche. Además, la cámara guarda automáticamente el vídeo cuando detecta una incidencia, y gracias al GPS integrado que añade los detalles de la ubicación a los vídeos grabados, posibilita la comprobación de dónde y cuándo se produjeron las incidencias.
En Garmin abogamos por la creación de productos de alta calidad para ayudar a mejorar las vidas de nuestros clientes. En este sentido, nos comprometemos a ser una ayuda para la conducción, ya que, según los datos estimativos que arroja la UE, con la implementación de la normativa Visión Cero, se podrían evitar 25.000 muertes y 140.000 heridos graves en los 15 próximos años.